Ruta clásica para alcanzar el techo de Álava y Bizkaia desde la vertiente alavesa, partiendo de la Casa del Parque de Sarria, en cuyo aparcamiento dejaremos el coche.
El recorrido comienza prácticamente llaneando, remontando el río Baias a través de una comodísima pista forestal paralela al curso de agua. Al poco de comenzar a andar nos encontramos con la preciosa poza de Zaldibartxo. Poco después cruzaremos un puente y el Baias pasará a nuestra mano izquierda.
Continuamos sin esfuerzo hasta otro puente. Poco después llegaremos a una bifurcación: a mano izquierda la pista continúa con otro puente que nos lleva a una pradera con un pequeño refugio pero a pesar de lo tentador del rincón, seguiremos por el camino que sale a mano derecha, ya en subida, y perfectamente indicada con una señal.
A partir de este punto, no dejaremos de subir en ningún momento. Primero en un tramo de hayedo que nos llevará a una corta pero empinada cuesta por la que saldremos del bosque. Las vistas se abren, el camino gira y seguimos subiendo. (Leer más...)
Sencilla y agradecida ruta para toda la familia que, desde el Santuario de Urkiola corona la vecina cima de Urkiolagirre o Urkiolamendi.
El recorrido es una subida muy asequible y nada técnica, es todo terreno de pastos, pero con unas impresionantes vistas en todo momento al cordal del Anboto y al Duranguesado.
Pretendíamos haber subido Anboto por la vía normal, pero como demuestran las fotografías, las condiciones invernales lo desaconsejaban totalmente. De hecho, ni siquiera nos atrevimos a hacer la vuelta por el collado de Asuntze y la pista porque la bajada tenía bastante hielo y viento.
Sin embargo, la opción de hacer esta fácil excursión con nieve, le dio un atractivísimo toque antártico que cambia absolutamente la sensación de hacer esta fácil cumbre.
Para compensar el cambio de planes, alargamos el descenso acercándonos al famoso mirador de Las Tres Cruces que ofrece unas impagables vistas.
La Vía Verde del Arrazola comunica este pequeño barrio de Atxondo con Apatamonasterio, siguiendo el cauce del mismo río.
El recorrido completo es de unos 4 km., llanos y por pista compactada, por lo que se trata de un sencillo y agradable paseo. En el track aparece solo un tramo porque había una parte cortada por obras.
El camino ofrece impresionantes vistas a la cara norte del Anboto, absolutamente enigmática, así como la compañía de numerosos animales pastando en los diferentes baserris: ovejas latxas, cabras, pottokas...
Una auténtica joya sin ningún tipo de dificultad que regala un auténtico baño de naturaleza.
En 1877, a tan solo 20 kilómetros de Bilbao, en el Valle de Trápaga , se construyó el poblado de La Arboleda para los mineros que extraerían de estas montañas el hierro para los Altos Hornos de Vizcaya. En 2002 fue declarado monumento y bien merece la pena perderse por sus callejuelas, testigo de ese pasado industrial.
En la zona, las minas se explotaban a cielo abierto mediante el uso de explosivos, alcanzado al final la capa freática que hacía que empezase a manar agua. Mientras estaban en explotación, unas bombas se encargaban de quitar el agua pero según se fueron abandonando las minas, el agua fue llenando los pozos dando lugar a un paisaje espectacular.
Como parte de esa reconversión del trabajo al ocio, la zona ha sido reconvertida en un espléndido parque salpicado de esculturas de hierro que dan buena cuenta de la memoria histórica del lugar.
Aquí tenéis el track del paseo que di yo por el parque y el poblado pero es tan solo una de las múltiples variantes que se pueden hacer. Merece muchísimo la pena acercarse a este inexpugnable rincón de la margen izquierda.
Con motivo del 25 aniversario de su declaración, el Parque Natural de Izki en la Montaña Alavesa organiza esta actividad para descubrir la belleza del "turno de noche" en el bosque.
Partiendo desde la báscula del pueblo de Quintana, el guía nos adentra en el melojar, el bosque típico de estos lares, para después de hablarnos de la fauna que sale por la noche pedirnos que nos mantengamos en silencio durante todo el recorrido para apreciar los sonidos del bosque: el crujido de nuestras pisadas sobre las hojas, el canto del cárabo, ruidos indeterminados de ramas que delatan presencias entre los arbustos...
El grupo resultamos ser altamente obedientes y "acatamos" de buen grado la orden, pues en poco tiempo quedamos absolutamente hipnotizados por la magia nocturna de estos bosques que bien merecen estar protegidos.
Agradable paseo a las afueras de Vitoria en el que se asciende al pequeño monte Olárizu, que nos ofrece unas privilegiadas vistas de la ciudad y las grandes cumbres cercanas como Gorbea o Amboto.
Partimos del aparcamiento del vivero municipal y salimos a la pista que conecta en suavísimo ascenso la carretera de Gardélegui con el monte.
Al llegar a un cruce con otra pista giramos a derecha para seguir subiendo bordeando la humilde elevación montañosa. Justo antes de llegar a la trasera podemos seguir por la pista hasta la cruz o, como me gusta hacer a mí, coger un pequeño atajo mediante una mínima trepadita (se ve claramente pisada). Aparecemos en un pequeño pero bonito cañón que atravesando en línea recta nos lleva a la Cruz, donde encontraremos también una mesa de orientación para interpretar las generosas vistas.
Acometemos el descenso por la vía directa, es decir, en línea recta hacia la casa de la Dehesa y un poco antes de llegar giraremos a la izquierda por otra pista que nos adentra en el parque, donde encontraremos especies arbóreas de todo el mundo, perfectamente señalizadas. Poco más adelante alcanzaremos el punto de partida.
Paseo ideal para realizar en familia, tanto con los más peques como con perretes, para disfrutar del campo sin salir de la ciudad.